La ciudad de Purranque comienza a configurarse a comienzos del siglo XX. Su existencia está ligada a la figura de Tomás Burgos Sotomayor quien desarrolla la iniciativa de fundar “Villa lo Burgos” a propósito del paso de la línea férrea.

Aunque la historia oral sostenida por los vecinos señala el año 1911 como fecha de inicio de la ciudad, Purranque sólo tiene existencia legal a partir del 15 de septiembre de 1939, en que se promulgó la ley 6.402 del Ministerio del Interior que creó “…la Comuna Subdelegación de Purranque, en el Departamento de Osorno, y le señala límites” .

Desde el punto de vista económico, la zona en la que posteriormente será fundado Purranque, se va a caracterizar por la explotación forestal que se venía practicando desde 1850, a partir de la presencia de colonos germanos.
En el transcurso de la segunda mitad del siglo XIX, el recurso maderero fue transportado a través de una red hídrica que llegaba hasta ciudad de Osorno a través del río Rahue y sus tributarios.

La construcción de la línea de ferrocarriles y la consiguiente inauguración de la Estación “Purranquil Villa Lo Burgos”, marcó profundamente el mercado maderero potenciándolo.

De este modo, la explotación del bosque nativo se consolidó como la más importante actividad económica en la zona. Y todavía, conforme se fue des-pejando la tierra del tupido bosque nativo, se fue desarrollando lentamente la ganadería y la agricultura.

El progresivo desaparecimiento del ferrocarril, sin embargo, impactó a Pu-rranque, especialmente a partir de la década de 1980. La ciudad entró en una fase de decadencia económica. No obstante, la extracción de los árboles nati-vos, había producido el despeje de la tierra y la dejó disponible para otras actividades económicas.

Entonces, favorecida por terrenos de buena calidad, la zona de Purranque desarrolló una economía ganadera y cerealera. Esta especialización silvoa-gropecuaria es una característica que se mantiene hasta la actualidad.

De hecho, junto a esta tradicional economía ganadera y cerealera, actualmente surge un mercado muy atractivo. En la zona de Purranque actualmente existen en pleno desarrollo una floreciente industria relacionada a distintas variedades de arándanos y berries.

Desde un punto de vista político, el fenómeno más destacado es que desde siempre, la comunidad y sus líderes han mantenido un arraigado sentimiento de lo que llaman la “independencia político-administrativa” de Río Negro. Una ciudad y comuna vecina más antigua, a cuyo amparo surgió la ciudad de Purranque.

Socialmente la ciudad de Purranque se consolidó a partir sucesivas oleadas de inmigrantes y el subsecuente desplazamiento de población williche originaria hacia la cordillera de la costa. Dentro de los inmigrantes destacan familias españolas, desde luego las de origen germano y menor medida francesas y árabes-sirios.

Por todo lo anterior, Purranque se puede considerar reflejo de un crisol de distintos grupos culturales, algunas más dominantes que otras, pero que, a fin de cuentas, han sabido vivir en relativa armonía.

Desde el punto de vista cultural, aunque lentamente, comienza una valoración de un paisaje costero prácticamente virgen. Como parte de un proceso de construcción cultural muy reciente, individuos, grupos organizados y autori-dades encuentran en el océano un componente identitario de relevancia. Esto podría dar lugar a una importante actividad de “turismo rural” y de “intereses especiales”, dada la presencia de una enorme y variada biodiversidad, pa-trimonio natural, paisajístico y cultural.

Esta misma vocación oceánica de Purranque explica que también haya surgido muy recientemente la noción de “bioceanidad”. Se trata de una idea compleja y todavía en construcción que entiende que Purranque y la propia Región de Los Lagos, se encuentra inserta en un territorio más amplio que traspasa, que se extiende a ambos lados de la cordillera y en un sentido sur-sur conecta al océano Pacífico con el Atlántico. El área geográfica se desplaza entre Puerto Montt a Osorno, siguiendo el paso Cardenal Samoré, alcanzando Bariloche hasta las ciudades de Viedma y Carmen de Patagones. Todas ellas se unen en lo que podría ser el “corredor bioceánico de la nor Patagonia”.

Este territorio, finalmente, guarda alguna relación con la ancestral noción de Wallmapu o la más moderna y europeizada Patagonia y posee un extraordinario potencial económico y particularmente turístico.