El pacífico sur oriental posee uno de los sistemas marinos más productivos a nivel mundial, debido a el sistema de corriente de Humboldt (SCH), el cual comprende los ecosistemas de surgencias costeras de Perú y Chile (Morales y Lange, 2004). Su productividad es un clásico ejemplo de aguas profundas ricas en nutrientes que favorecen la producción primaria y secundaria (Antezana, 2002). Esta extraordinaria productividad origina una importante variedad de hábitats para una alta diversidad de especies de mamíferos marinos.
Las costas de Chile juegan un rol esencial como refugio y fuente de alimento para muchas de estas especies. En total se han registrado 51 especies de mamíferos marinos (entre ballenas, delfines, marsopas, lobos marinos y nutrias) en el país, de un total mundial de 124. Desde una perspectiva ecológica, estos organismos pueden ser considerados como interactuantes potenciales o incluso funcionar como especies clave en los ecosistemas marinos. Estas especies clave pueden ser consideradas como pilares de las comunidades sobre las cuales depende la estabilidad de todo el sistema (Paine, 1966).

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