Me parece muy extraño que para concretar ese anhelo y conociendo de sus ventajas, se esté dejando de lado a nuestro paso fronterizo Cardenal Samoré. Siempre hemos sido el pariente pobre del país y de la Región de Los Lagos, es decir: se divide la región y nuestra participación sólo constó en votar con quién decidimos quedarnos, muy lejos de potenciarnos.
Recuerdo cuando pasamos de tener el Instituto Profesional de Osorno a nuestra actual Universidad de Los Lagos, se unieron los ciudadanos de la ciudad y se luchó hasta conseguir no un objetivo antojadizo, sino el anhelado bien común, y a eso se debe apelar una vez más. ¿Y por qué no? A continuar soñando más alto, por ejemplo, con una zona franca. Los estudios no mienten, pues con todas sus letras, es posible.
Es de esperar que nuestras autoridades, principalmente diputados y senadores, se la jueguen por lo que este corredor representa para nuestra provincia: generando reales cambios, con fuerza y decisión para toda la zona. Lo esencial para ello es generar una agenda de actividades donde se nos informe a todos quienes habitamos esta provincia, lo que se desea realizar, motivarnos por un cambio y a luchar en conjunto porque así sea.
FUENTE: Diario Austral de Osorno, sección Cartas al Director, miércoles 03 de octubre de 2018, p. 9.-