En relación a la definición de Patagonia no existen acuerdos claros ni documentados. Hay argumentos que reconocen tal rótulo a Magallanes o a miembros de su expedición. También hay quienes postulan que la palabra misma es autóctona de los habitantes de la región.
En todo caso, la Patagonia ubicada en la parte sur de América Latina es una realidad regional, que se construye por medio de un proceso histórico de larga duración, pero también de ideas y la identificación de fenómenos presentes. Con todo, la realidad patagónica se tensiona debido a fenómenos que han tendido a negarla o confirmarla.
En contra de la idea de Región patagónica históricamente han intervenido, por ejemplo, la expansión del “sistema mundo” a partir del siglo XV, que intentó incorporar a “América” a los dominios y control del imperio español. Luego, a comienzos del siglo XIX con el recentramiento del sistema mundial, se produce el proceso de descolonización y el surgimiento de los Estados nacionales, los que durante toda la segunda mitad del siglo XIX intentan controlar territorios y fronteras, desconociendo la unidad regional patagónica. Por tanto, desde esta perspectiva, la Patagonia eventualmente no existe, ni como unidad física, tampoco geográfica, social, ni incluso institucionalmente, dada la noción de Estado nacional occidental. Mientras que por otro lado, hay una serie de fenómenos que convergen presentando a la Patagonia como una posibilidad. En el largo plazo, la noción ha logrado sobrevivir. Desde esta perspectiva, la Región patagónica es de carácter geográfica, ciertamente histórica, igualmente socio cultural, pero sobre todo mental. Región Geográfica: en referencia a la ubicación, economía y relaciones económicas, clima, relieve, vegetación, geomorfología (explicada a través de la tectónica de placas) e hidrografía. La cordillera de los Andes, desde Talca al sur, se encuentra cada vez más reducida, debido al efecto de las glaciaciones, y con gran cantidad de boquetes, lo que ha permitido históricamente el contacto entre ambos lados de la cordillera, desde la mega fauna que habitaba esta zona, de similares características a ambos lados de la Patagonia, hasta el contacto entre las primeras culturas que habitaron y habitan la Patagonia. Región Histórica, en términos de historias comunes, en referencia a la existencia de las culturas precolombinas y, luego, con la presencia de hispano-criollos y europeos que, en conjunto, generan una dinámica histórica. Región socio cultural, en referencia a la interacción de múltiples y diferentes grupos sociales y culturales; y la relación de los anteriores con procesos de conquista, exterminio, asimilación, pero también de resistencia. Por último, la Región mental, asociada a un fenómeno que emerge en la actualidad articulando todos los elementos anteriores como producto de los procesos históricos, pero también de fenómenos actuales y complejos (políticos, económicos, sociales y culturales), principalmente como la superación de la noción de Estado nacional y la subsecuente identificación de problemas comunes.
FUENTE: Diario El Austral de Osorno, sección Opinión, Columna, Domingo, 15 de enero de 2012, pág. 10.