En un lapsus no superior a los 40 minutos, mientras cumplía maniobras de salvataje, se hundía la escampavía "Janequeo" (buque perteneciente a la Armada Chilena); el cual se encontraba rescatando al patrullero "Leucotón", varado a unos cien metros de la playa en el sector de Manquemapu (comuna de Purranque). La tragedia (según rezan los periódicos de la época), dan cuenta de la muerte de 52 marineros y 28 heridos, un día domingo 15 de agosto del año 1965.
Cuenta la historia que la Janequeo, al ubicarse en las cercanías del Leucotón, habría lanzado un cable para remolcar al barco varado. Por razones que se desconocen hasta los días de hoy, el cable se enredó en su propia hélice y la nave quedó sin fuente de propulsión, sujeta al vaivén del violento oleaje que azotaba en el lugar . También, se encontraban la corbeta Casma y el remolcador Cabrales; pero en un acto improvisado y de supervivencia, ambas naves zarparon mar afuera, con el fin de capear el violento oleaje descargado sobre la zona .
A su vez, y citando a los periódicos de la época,
"...en los momentos del naufragio, uno de los tripulantes del patrullero 'Leucotón', se distinguió por el valor que desplegó en auxilio de sus camaradas. Se trataba del marinero Mario Fuentealba Recabarren, quien con peligro de su vida, se lanzó al mar para tratar de rescatar un náufrago del 'Janequeo', que flotaba en estado inconsciente, Fuentealba fue tragado por el mar perdiendo la vida en su intento" .
Sin embargo, detrás de este acto valeroso, existe toda una historia de heroísmo y nobleza. Anteriormente, el marinero Fuentealba ya habría sido partícipe de misiones de salvataje, al menos en tres ocasiones. Incluso llegando a ser premiado con la medalla al valor .
También es importante mencionar que ningún acto valeroso durante aquella tarde de invierno, hubiese sido posible sin la colaboración de la Comunidad de Manquemapu. Los lugareños en su totalidad, no conformes con solidarizar en el alma con el sufrimiento de aquellas personas que poco a poco iban dejando sus vidas en la mar, muchos, se arriesgaron luchando contra las olas, otros, agotando todos los medios posibles desde la arena. En reconocimiento de tan abnegada labor, es que la Armada de Chile visita cada año a la comunidad, colaborando con la única Escuela presente, la cual se encuentra apadrinada por la misma institución.
Por último, cabe señalar que estos dos buques en cuestión, antes de haber sido comprados de segunda mano por la Armada Nacional a la Marina Norteamericana; en su momento, fueron parte de cruentas batallas en la Segunda Guerra Mundial, en lo específico, contra los japoneses . Hoy en día, ambas naves yacen en nuestro mar; siendo signos y testigos del transcurso de los días.
Bibliografía:
El duelo de la Armada. La tercera, lunes 16 de agosto de 1965.
La Janequeo se hizo pedazos, 28 sobrevivientes. La tercera, 18 de agosto de 1965.
Castagneto, P.; Lascano, D.Buques de Guerra Chilenos. Rileditores. Santiago de Chile: 2011.