Purranque es una comunidad rica en manifestaciones folklóricas de entre las cuales resaltan algunas interesantes y pintorescas leyendas. La más famosa de todas, y la que mayor arraigo tiene, es la del "culebrón del cementerio.
Dice la tradición que en el cementerio de la ciudad, que está ubicado en el costado sur poniente, habita un extraño y terrible ser con cuerpo de serpiente y cabeza de caballo. Unida a tan singulares características morfológicas, el animal posee en sus mandíbulas una poderosa dentadura de carnívoro y una lengua que se asemeja a la de un dragón.
La misma tradición señala que el animal se alimenta con los cuerpos de los muertos sepultados en el cementerio, pero que en más de una oportunidad ha dado cuenta de un ser vivo. Constituye un peligro para todo ser viviente que tiene la audacia de transitar por el cementerio en horas de la noche. La creencia está tan arraigada, que de hecho es inusual que alguien circule por el recinto o sus alrededores durante la noche.
Así como ésta, también viven en el seno de la comunidad otras creencias que le dan un especial carácter al modo de vida purranquino. Se cree que en sus calles vive igualmente el fantasma de una mujer que fue asesinada cuando estaba a punto de contraer matrimonio. Es la famosa leyenda de "La novia blanca", cuya aparición tiene lugar especialmente durante las noches de invierno.
" El ánima de la pampa" , "El carnero acuático" , los entierros de oro en Hueyusca, entre otras, conforman un amplio cuadro de leyendas que se unen al profundo comportamiento religioso de la comunidad y que hace que Purranque sea, desde hace muchos años, el más importante santuario de San Sebastián en la región".