Manquemapu en voz Mapuche significa “lugar de cóndores”. Es una aldea que se emplaza en 40°, 56´, 30´´ latitud sur y 73°, 53´, 25´´ longitud oeste, en la costa de la comuna de Purranque, Región de Los Lagos, Chile.
Entre las características que destacan en Manquemapu sobresalen, por ejemplo, el hecho que es uno de los sectores más importantes desde el punto de vista de la conservación de la biodiversidad en la región. Algunos de estos ecosistemas marinos son bosques de algas pardas o huirales, el estuario, la propia playa y desde el punto de vista terrestre, destaca el bosque lluvioso templado o pluviselva Valdiviana, entre otros. En lo que respecta al paisaje del sector, dominan los cerros en torno a un valle fluvial construido por el desgaste de un río que termina embancado parcialmente. Desde el punto de vista de la población, existen a lo menos 40 familias. De éstas, aproximadamente un 80% son de origen huilliche. Se dedican principalmente a la fabricación de tejuelas de alerce (Fitzroya Cupresiodes) y al secado de un alga denominada “luga” (Mazzaellaspp).
Desde el punto de vista histórico, destacan tres acontecimientos en el sector:
1.- Caleta de “San Pedro”, distante a 10 km. de Manquemapu, fue fundada por el Capitán italiano Juan Bautista Pastene. Por encargo del gobernador Pedro de Valdivia, Pastene sale de Valparaíso en 1544 con destino al Estrecho de Magallanes. Debido probablemente a los fuertes vientos del sur, Pastene decide tocar la costa a la altura de 40° latitud sur. El lugar lo denominó San Pedro (Cfr. http://latitud40.cl/index.php/item/150-caleta-sana-pedro-purranque-regi%C3%B3n-de-los-lagos-chile).
2.- El segundo elemento se refiere al carácter de la fundación y desarrollo de Manquemapu. Y destacan cuatro hitos que se identifican en el proceso:
Hito i) La aldea surge entre los últimos años del siglo XIX y comienzos del XX. En relación al momento fundacional, existen por lo menos tres hipótesis: a) La más débil señala que los descubridores y primeros pobladores habrían correspondido a un grupo de marineros encabezados por uno de apellido Raín; b) Otra explicación señala a una expedición venida desde el territorio de San Juan de la Costa, Comuna de Osorno y c) Sin embargo, la más aceptada, repetida y plausible es la que adjudica la fundación a Juan Antonio Loi.
En su calidad de “talador público”, Loi habría recibido el encargo de un empresario maderero, para que explorara la zona con el objeto de construir un camino. Contactado por una familia de apellido Schwerter, Loi habría sido conducido desde Puerto Montt hasta algún punto de la Bahía San Pedro en un barco inglés. De acuerdo al plan original, “Huencholoi” debía realizar una ruta que, desde la costa, pasaba por la cordillera, hasta llegar al valle central. El interés de este proyecto lógicamente fue económico: la posibilidad de explotar el abundante alerce de la zona cordillerana. La ruta así, debía permitir transportar el alerce, poniéndolo a disposición de un mercado local, nacional y a través de Puerto Montt, eventualmente internacional. En el intento, Loi se pierde y desvía su ruta hacia el sur. Este error lo conduce a la comuna de Fresia, fundando allí el poblado de “La Esperanza”.
Hito ii) Un segundo hito se produce a mediados del siglo XX, cuando se da inicio a la explotación del alerce. Se sabe de un par de explotaciones ubicadas en el sector de la Bahía San Pedro y en plena cordillera. En este último caso, el protagonista fue Ernesto Weime, un empresario judío que habría irrumpido con una explotación de alerce, instalando al menos 4 aserraderos, embarcando la producción maderera en la localidad de Tegualda. Esta faena habría perdurado hasta 1972.
Hito iii) El tercer momento llegará el año 1977, año a partir del cual el gobierno militar prohíbe la explotación del alerce, por medio de la declaración de “monumento natural”. De acuerdo al texto, el Decreto señaló que,
"...declárase inviolable y prohíbese la corta y destrucción del Alerce, salvo autorización expresa, calificada y fundamentada de la Corporación Nacional Forestal, la que procederá solamente cuando estas operaciones tengan por objeto llevar a cabo investigaciones científicas debidamente autorizadas, habilitación de terrenos para la construcción de obras públicas, de defensa nacional o la consecución de Planes de Manejo Forestal, por parte de organismos forestales del Estado, o de aquellos en los cuales éste tenga interés directo o indirectamente" (Gobierno de Chile, Decreto N° 490, Declara monumento natural a la especie forestal alerce, Santiago, 1º de Octubre de 1976).
Hito iv) A partir del año 2001, se inaugura el camino entre Manquemapu y Purranque. Desde este momento, por primera vez se quiebra el marcado aislamiento que había sido característico de Manquemapu.
3.- El tercer elemento histórico corresponde a la tragedia que involucró dos buques de la Armada de Chile en el mes de agosto del año 1965. En la oportunidad, las naves Janequeo y Leucotón fueron víctimas de un temporal cuyas consecuencias fatales se resumen en la muerte de unos 50 tripulantes de ambos buques.
Más allá del drama, desde el punto de vista de la historia local, la tragedia de Manquemapu es un tema de interés historiográfico que es necesario reconstruir. Sin embargo, entre las primeras preguntas que emergen se encuentra precisamente la cantidad de muertos en la ocasión.
El día después del accidente, el 16 de agosto de 1965, El Mercurio y La Tercera, consignaron 70 y 75 fallecidos respetivamente. El diario La Prensa de Osorno, por su parte, aumentó a 79 los siniestrados. En cualquier caso, dada la inmediatez con la que informa la prensa, resultan comprensibles las diferencias.
Pero posteriormente, en el año 1966, un documento emanado desde la propia Armada de Chile, informó al gobierno la cantidad de 44 fallecidos en el naufragio. El objeto de este informe fue autorizar la construcción de casas a las viudas o familiares directos de los fallecidos en el referido naufragio (Decreto Supremo N° 1038 de 22 de noviembre de 1966).
Algunos años más tarde, en 1975, un decreto del Ministerio de Defensa, que abonó 10 años "...en las hojas de servicio del personal de la armada fallecidos a consecuencia del naufragio...", mencionó 50 fallecidos (Ministerio de Defensa Nacional, D.L., N° 918, 28 de febrero de 1975).
Posteriores publicaciones de la propia Armada han seguido manifestando cifras diferentes. En 1992, un artículo sostuvo que los muertos oficialmente fueron 47 (S/A, Rescate de los náufragos del "Leucotón" y la "Janequeo", en Revista de Marina, Año CVII, Volumen 109, N° 807, Valparaíso, abril de 1992, p. 199-200). Y todavía, una entrevista realizada a un viejo poblador que participó en el rescate de algunos marinos, indicó 70 fallecidos (Cfr., fragmento de entrevista a Juan Eligio Comigual, www.latitud40.cl, específicamente, https://www.facebook.com/1416363485332740/videos/vb.1416363485332740/1431434150492340/?type=2&theater).
En cualquier caso, la tragedia existió y provocó conmoción a nivel nacional e internacional. Y los muertos debieron superar los cicuenta. De ellos, se encontraron 13 cuerpos y se salvaron 17 personas (S/A, 30 años del naufragio del "Janequeo", Revista Vigía, Armada de Chile, N° 123. septiembre, 1995, p. 27).
Notas para una historia crítica
La historia de Manquemapu es una expresión decolonial. Aunque emergió a partir de un largo proceso de subalternización iniciado desde la “conquista”, su fundación y posterior desarrollo, se transformó en un verdadero desafío al reordenamiento hegemónico del proyecto universalizante del sistema-mundo. Las razones para plantear tal cuestión, radican principalmente en:
i.- El carácter de su fundación. La localización de Manquemapu de debió al esfuerzo de al menos un poblador y luego al de un grupo de familias Huilliches que se deslocalizan debido a que muy probablemente se sienten desplazados de las tierras del valle central. Agobiados por el proceso colonizador impulsado por el Estado chileno, debieron sentir la presión demográfica de varias oleadas de inmigrantes:
a.- Germanos, desde 1850 hasta fin de siglo;
b.- Inmigrantes franceses, en la coyuntura de cambio del siglo XIX al XX y todavía,
c.- Inmigrantes árabes sirios, comenzado el siglo XX.
ii.- En atención a lo anterior, la fundación de Manquemapu igualmente fue un desafío, dado al relativo aislamiento en el que se desarrolló. El hecho de que los primeros pobladores hayan contado con un territorio deshabitado y especialmente aislado, debieron ser importantes razones para fundar la aldea en el emplazamiento original.
iii.- En todo caso, Manquemapu constituye un llamativo fenómeno dada la autarquía relativa que incluso todavía se observa en su economía. La existencia de un pequeño y atractivo valle construido por un tranquilo y desgastado río, aseguró no solamente agua disponible, también ofreció una agradable y fértil terraza aluvial para la instalación de las familias. Y, en fin, la cercanía de la costa, permitía también la posibilidad de desarrollar la pesca y la actividad mariscadora.
En suma, el aislamiento permitió a los pobladores practicar una economía de auto subsistencia con un contacto muy precario con el resto del territorio. Es cierto que durante mucho tiempo se explotó el alerce a través de la elaboración de tejuelas y basas, pero este comercio se realizó por mar entre Manquemapu y el puerto de Bahía Mansa como única ruta posible. En la actualidad y luego de la inauguración del camino que une Manquemapu y Purranque, los pobladores simplemente esperan compradores.
FOTO de Evelyn Guerra Jonh