En efecto, Held supo mantener un notable equilibrio entre el hombre de actividades privadas y el hombre público. Incluso se adelantó en alguna oportunidad. Fue un productor agrícola relativamente exitoso, inversionista e impulsor de empresas productivas como la Cooperativa Agrícola Purranque, una fábrica de lino, varios molinos para el procesamiento de granos y un matadero. Pero también fue un notable hombre público. Desde luego fue el primer alcalde de Purranque. Amparado en su militancia en el Partido Liberal, logró convertirse en un brillante operador político local, provincial, regional y nacional. Pero sobre todo, logró convertirse en un sobresaliente gestor de innumerables proyectos de desarrollo para la zona de Purranque. En materia de conectividad, destaca su impulso a la construcción de caminos. Mientras que en materia de desarrollo institucional, el rol de Held fue definitivamente sobresaliente, por ejemplo, en el cambio de estatus de Purranque que pudo pasar de subdelegación a Comuna. Otro aspecto también destacado, fue la propia formalización de la Municipalidad. Y por si fue poco, Held apoyo la creación de proyectos privados con impacto social, ayudando a la creación del primer hospital privado de Purranque, famoso por la calidad y excelencia del servicio aportado no solo a la población de Purranque, también para buena parte de la región sur austral.