Presentamos el libro de Giovani Aravena, titulado "Los pasos del tiempo", todavía sin publicar en formato físico.  Lo importante es que la propuesta hace referencia al pueblo de Corte Alto, lugar de nacimiento y donde todavía vive Aravena. 

De acuerdo a lo que señala el propio autor en la presentación del libro:

"Antes de que llegara el hombre, a las tierras del pueblo de Corte Alto.  La enmarañada y exuberante vegetación, salpicada de musgos y flores multicolores, de aves y animales salvajes, con su rey “el puma”; y el profundo olor a naturaleza que hasta los días de hoy, inundan a esta tierra de sacrificio.

"Cuando el cuchillo comenzó a arrancar el bosque de su raíz para dar paso al trabajo del hombre, estas tierras húmedas empezaron a dar paso a la consolidación de la agricultura. Labor a la cual muchos hombres le entregaron su vida de entre ellos todos mis antepasados que murieron con la pala en el hombro y la esperanza de ver florecer la dulce tierra que les arrebató la vida.

Corte Alto es un pueblo que está ubicado a seis kilómetros de distancia de la comuna de Purranque. El nombre que lleva el pueblo se lo debe a la altura del mar que se encuentra posesionado. El pueblo se originó por el ferrocarril que debía transitar por estas tierras. Y que hoy nuevamente el tren remodelado visita todos los días estremeciendo el pueblo.

"El desafío que me he propuesto en el proyecto es la realización de un poemario, que nace de la necesidad de sacar a relucir mediante la poesía una serie de hechos, acontecimientos, relatos; que desde muy niño he ido viendo y escuchando, por una serie de personajes (el tren, la agricultura y personas) que han desfilado por mí vida y que sin duda estarán de una u otra forma presentes en el trabajo que he desarrollado durante el semestre.

"El escribir sobre mi pueblo de origen, sobre sus costumbres, su gente, es una idea que desde muy niño he tenido la intención de hacer; como una forma de rendirle tributo a esa tierra, a esa pequeña patria que ha tenido la sensibilidad, la delicadeza de acoger a mi familia y a mí por tantos años.

"La intención de mi poesía no es buscar palabras brillantes para describir el lugar común en que habito, mi función es ser una especie de “observador” de lugares, personas que conviven diariamente conmigo.

"Progresamos. ¿Por qué no retroceder?", como decía Rimbaud. O como decía el propio Rilke: "Para nuestros abuelos, una torre familiar, una morada, una fuente hasta su propia vestimenta, su manto, eran aún infinitamente, infinitamente más familiares; cada cosa era un arca en la cual hallaban lo humano y agregaban su ahorro de humano”. O es simplemente como dice: Enrique Valdés, es retratar “ese paraíso de inocencia y vida natural” que presenciamos en el transcurso de nuestras vidas. Es en definitiva, disponerse a contemplar la vida natural como el paraíso, mirar el paisaje desde una perspectiva casi religiosa que nos permita abstraernos y captar lo que nos rodea con el máximo de detalle. Desde esta perspectiva, mi poesía es altamente emotiva y verbal que concluye hecha palabra.

"Para escribir nos dice: el poeta Sergio Mansilla “hay que vivir y recordar” y es eso escribir sobre nuestra propia experiencia de vida, escribir sobre nuestra convivencia con la cotidianidad. La frase del poeta es la explicación precisa de lo que intenté plasmar en cada uno de los poemas que contiene el seminario. Sin duda, el logro estético del trabajo es de un novato que incursiona por primera vez en la realización, organización y construcción de un poemario tanto en su estructura como en su forma y contenido. A pesar que mi gusto por la lírica nació desde muy pequeño, en aquella escuela primaria donde cada vez que tenía la posibilidad de subir al escenario y recitar un poema de mi agrado, lo hacia a pesar de las risas, burlas de mis compañeros que entonces no comprendían nada. Mi presencia en aquella escuela básica se fue volviendo silenciosa, mis gustos por la poesía no eran los gustos de mis compañeros, entonces fui tomando una actitud solitaria. El gusto por la poesía, el silencio y la soledad hicieron que entre en un mundo maravilloso, único, un mundo que en complemento con la cotidianidad – realidad tiene la capacidad de darme una felicidad constante, permanente. Es un mundo que hasta los días de hoy vivo y no quiero salir más. Los momentos de felicidad, la experiencia de vida, “Lo bello” que me entrega la poesía, la literatura y el “territorio” en que habito, estoy seguro que en otros lugares no lo encontraré. Es por eso que deseo compartir con los lectores de mis poemas un origen olvidado, un “pueblo” olvidado llamado Corte – Alto.

"El trabajo que el lector tiene en sus manos, es un trabajo que se origina desde el silencio, desde la contemplación que rescata principalmente “la imagen” como pieza clave en la construcción del verso.

"El proyecto se divide en tres partes; En primer lugar “Viejas calles”, que está compuesto por poemas que hablan justamente de la imagen, esa imagen que la podemos encontrar en el recuerdo, en la memoria, en el presente y por que no en el futuro.

"En segundo lugar, “retorno a casa”, está compuesto por poemas breves, que tienen la intención de describir imágenes propiamente del pueblo de Corte Alto, donde estará presente el tren, las casas, aves, verduras, agua, tierra y todo aquello que compone el ambiente natural del pueblo.

"En tercer lugar aparece “Los elementos de la memoria”, que está compuesto por poemas que hablan de personas “personajes” que acompañan al espacio natural de Corte Alto.

"Quisiera aprovechar estas líneas para agradecer a Rolando Cárdenas, Jorge Teillier, Rosamel del Valle y Teófilo Cid, por venirme acompañar desde tan lejos principalmente en aquellas largas noches en que me cuesta tanto conciliar el sueño. Gracias señores, por mostrarme palabras tan deliciosas que producen en mí olvidarme de todo lo que me rodea, hasta de mis quehaceres estudiantiles en más de una ocasión.

"Me despido del lector para refugiarme otra vez en mi propia vida. Para que desde allí, como un francotirador, dispare a voluntad sobre el mundo (Teófilo Cid, “¿Por qué escribo?”)".

NOTA:

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